viernes, 21 de noviembre de 2008

Homosexualidad en la Biblia

Hay una historia hermosa de amor entre dos hombres: David y Jonatán.

El Rey Saúl había sido desechado por Dios, y Dios había enviado al profeta a ungir como Rey a David. Jonatán era hijo de Saúl. Luego que David matara al gigante Goliat, fue llevado ante Saúl. Dentro de esa situación conoce a Jonatán.

Aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David, y lo amó Jonatán como a sí mismo.
Y Saúl le tomó aquel día, y no le dejó volver a casa de su padre.
E hicieron pacto Jonatán y David, porque él le amaba como a sí mismo.
Y Jonatán se quitó el manto que llevaba, y se lo dio a David, y otras ropas suyas, hasta su espada, su arco y su talabarte. 1 Samuel 18:1-4
Debido a la victoria de David sobre Goliat, se vuelve increíblemente famoso. Más que Saúl. Por este motivo, el rey busca matarlo. David escapa.Vuelve a encontrase con Jonatán tratando de saber qué sucede.

Después David huyó de Naiot en Ramá, y vino delante de Jonatán, y dijo: ¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi maldad, o cuál mi pecado contra tu padre, para que busque mi vida.
El le dijo: En ninguna manera; no morirás. He aquí que mi padre ninguna cosa hará, grande ni pequeña, que no me la descubra; ¿por qué, pues, me ha de encubrir mi padre este asunto? No será así. Y David volvió a jurar diciendo: Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia delante de tus ojos, y dirá: No sepa esto Jonatán, para que no se entristezca; y ciertamente, vive Jehová y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte. Y Jonatán dijo a David: Lo que deseare tu alma, haré por ti. Y David respondió a Jonatán: He aquí que mañana será nueva luna, y yo acostumbro sentarme con el rey a comer; mas tú dejarás que me esconda en el campo hasta la tarde del tercer día.
Si tu padre hiciere mención de mí, dirás: Me rogó mucho que lo dejase ir corriendo a Belén su ciudad, porque todos los de su familia celebran allá el sacrificio anual.
Si él dijere: Bien está, entonces tendrá paz tu siervo; mas si se enojare, sabe que la maldad está determinada de parte de él. Harás, pues, misericordia con tu siervo, ya que has hecho entrar a tu siervo en pacto de Jehová contigo; y si hay maldad en mí, mátame tú, pues no hay necesidad de llevarme hasta tu padre.
Y Jonatán le dijo: Nunca tal te suceda; antes bien, si yo supiere que mi padre ha determinado maldad contra ti, ¿no te lo avisaría yo?

Dijo entonces David a Jonatán: ¿Quién me dará aviso si tu padre te respondiere ásperamente?

Y Jonatán dijo a David: Ven, salgamos al campo. Y salieron ambos al campo.

Entonces dijo Jonatán a David: !!Jehová Dios de Israel, sea testigo! Cuando le haya preguntado a mi padre mañana a esta hora, o el día tercero, si resultare bien para con David, entonces enviaré a ti para hacértelo saber.

Pero si mi padre intentare hacerte mal, Jehová haga así a Jonatán, y aun le añada, si no te lo hiciere saber y te enviare para que te vayas en paz. Y esté Jehová contigo, como estuvo con mi padre.
Y si yo viviere, harás conmigo misericordia de Jehová, para que no muera, y no apartarás tu misericordia de mi casa para siempre. Cuando Jehová haya cortado uno por uno los enemigos de David de la tierra, no dejes que el nombre de Jonatán sea quitado de la casa de David. Así hizo Jonatán pacto con la casa de David, diciendo: Requiéralo Jehová de la mano de los enemigos de David.

Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo.
Luego le dijo Jonatán: Mañana es nueva luna, y tú serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío. Estarás, pues, tres días, y luego descenderás y vendrás al lugar donde estabas escondido el día que ocurrió esto mismo, y esperarás junto a la piedra de Ezel. Y yo tiraré tres saetas hacia aquel lado, como ejercitándome al blanco. Luego enviaré al criado, diciéndole: Ve, busca las saetas. Y si dijere al criado: He allí las saetas más acá de ti, tómalas; tú vendrás, porque paz tienes, y nada malo hay, vive Jehová. Mas si yo dijere al muchacho así: He allí las saetas más allá de ti; vete, porque Jehová te ha enviado. En cuanto al asunto de que tú y yo hemos hablado, esté Jehová entre nosotros dos para siempre.

David, pues, se escondió en el campo, y cuando llegó la nueva luna, se sentó el rey a comer pan.
Y el rey se sentó en su silla, como solía, en el asiento junto a la pared, y Jonatán se levantó, y se sentó Abner al lado de Saúl, y el lugar de David quedó vacío. Mas aquel día Saúl no dijo nada, porque se decía: Le habrá acontecido algo, y no está limpio; de seguro no está purificado.

Al siguiente día, el segundo día de la nueva luna, aconteció también que el asiento de David quedó vacío. Y Saúl dijo a Jonatán su hijo: ¿Por qué no ha venido a comer el hijo de Isaí hoy ni ayer?. Y Jonatán respondió a Saúl: David me pidió encarecidamente que le dejase ir a Belén,
diciendo: Te ruego que me dejes ir, porque nuestra familia celebra sacrificio en la ciudad, y mi hermano me lo ha mandado; por lo tanto, si he hallado gracia en tus ojos, permíteme ir ahora para visitar a mis hermanos. Por esto, pues, no ha venido a la mesa del rey.

Entonces se encendió la ira de Saúl contra Jonatán, y le dijo: Hijo de la perversa y rebelde, ¿acaso no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la verg:uenza de tu madre? Porque todo el tiempo que el hijo de Isaí viviere sobre la tierra, ni tú estarás firme, ni tu reino. Envía pues, ahora, y tráemelo, porque ha de morir.
Y Jonatán respondió a su padre Saúl y le dijo: ¿Por qué morirá? ¿Qué ha hecho?
Entonces Saúl le arrojó una lanza para herirlo; de donde entendió Jonatán que su padre estaba resuelto a matar a David. Y se levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira, y no comió pan el segundo día de la nueva luna; porque tenía dolor a causa de David, porque su padre le había afrentado.

Al otro día, de mañana, salió Jonatán al campo, al tiempo señalado con David, y un muchacho pequeño con él. Y dijo al muchacho: Corre y busca las saetas que yo tirare. Y cuando el muchacho iba corriendo, él tiraba la saeta de modo que pasara más allá de él. Y llegando el muchacho adonde estaba la saeta que Jonatán había tirado, Jonatán dio voces tras el muchacho, diciendo: ¿No está la saeta más allá de ti? Y volvió a gritar Jonatán tras el muchacho: Corre, date prisa, no te pares. Y el muchacho de Jonatán recogió las saetas, y vino a su señor. Pero ninguna cosa entendió el muchacho; solamente Jonatán y David entendían de lo que se trataba.

Luego dio Jonatán sus armas a su muchacho, y le dijo: Vete y llévalas a la ciudad. Y luego que el muchacho se hubo ido, se levantó David del lado del sur, y se inclinó tres veces postrándose hasta la tierra; y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro; y David lloró más.
Y Jonatán dijo a David: Vete en paz, porque ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová esté entre tú y yo, entre tu descendencia y mi descendencia, para siempre. Y él se levantó y se fue; y Jonatán entró en la ciudad. 1 Samuel 20

Mucho tiempo después de eso, Saúl y Jonatán murieron, en batalla (Cap 31). David, al enterarse, les escribe un canto, donde dice:

¡Cómo han caído los valientes en medio de la batalla!
¡Jonatán, muerto en tus alturas!

Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán,
Que me fuiste muy dulce.
Más maravilloso me fue tu amor
Que el amor de las mujeres. 2 Samuel 1:25-26

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Documento

CARTA ABIERTA A LAS SOCIEDADES, LOS ESTADOS,
LOS/LAS MIEMBROS Y AUTORIDADES DE LAS IGLESIAS CRISTIANAS,
DE LAS SINAGOGAS Y DE LAS RELIGIONES DE MATRICES AFRICANAS
E INDIGENAS.

Seminario Interreligioso de Diversidad Sexual
del Cono Sur
Por el derecho a la diversidad sexual
y a la libertad religiosa

Buenos Aires 11, 12 y 13 de julio de 2008.

Los y las abajo firmantes, pertenecientes a diferentes religiones y
formas de vivir la espiritualidad y la sexualidad: lesbianas, gays,
travestis, transexuales, bisexuales y heterosexuales; pero concientes
de que las etiquetas no logran resumirnos ni definirnos como
individuos con personalidad única, singular e irrepetible; reunidos y
reunidas en el “Seminario Interreligioso de Diversidad Sexual del Cono
Sur” organizado por Católicas por el Derecho a Decidir:

Celebramos:

Nuestros cuerpos y nuestras vidas intentando sumar esfuerzos a
nuestras luchas por los derechos de todas las personas y en especial
por la no discriminación.
Concientes de que muchas veces las teologías, las iglesias y las
religiones, en sus discursos y prácticas, han sido fuente de
culpabilidad para el cuerpo y el espíritu; nosotros y nosotras
queremos reconocer y vivenciar la alegría y el placer del cuerpo como
don de Dios.
Conscientes que otras teologías y religiones son posibles, como
hemos experimentado a través de la convivencia de reflexiones
bíblicas y teológicas, producidas a partir de las distintas experiencias
organizativas que articulan la diversidad sexual y la religión; y
también de nuestras prácticas políticas, que se unen a otras prácticas
liberadoras y promotoras de vida en nuestra región.

Nos aliamos:

A las personas, grupos y movimientos que luchan contra la pobreza y
la desigualdad - que se profundiza en nuestros países y en el mundo
entero a causa de sistemas políticos y económicos que revaloriza el
capital, la propiedad privada y el lucro sobre la dignidad humana,
cuestiones que también afectan nuestra comunidad. La cual en
muchos aspectos sigue siendo excluida y marginada política y
económicamente por su construcción de identidad de género y
orientación sexual.
A las personas, grupos y movimientos que luchan contra la
explotación y la destrucción de la naturaleza, que es una
consecuencia de ese mismo sistema político y económico, afirmando
el valor intrínseco de la creación y su carácter sagrado.
A las personas, grupos y movimientos que luchan contra toda forma
de fundamentalismo y unilateralismo, afirmando la pluralidad y la
necesidad de re-pensar y re-inventar los conocimientos y los
procesos de su construcción.

POR ESO NOS PRONUNCIAMOS:

• Por la libertad teológica y religiosa, reconociendo que la teología y
la religión no son “UNA” y revalorizar las teologías que emergen de
los diferentes lugares de exclusión.

• Por teologías y religiones liberadoras y por la liberación de toda
teología y de toda religión - que con violencia simbólica y o emocional
- excluye o provoca exclusión de las personas LGTTBI, en particular
y/o otros grupos sociales, reconociendo la contribución y
cuestionando los límites de las teologías de la liberación y las
teologías feministas a nuestras propias construcciones teológicas
desde la diversidad sexual.

• Por las transformaciones necesarias para que las personas LGTTBI
no tengan que vivir su fe en el silencio o en soledad y haya lugar para
la vivencia comunitaria.

• Por el diálogo y la articulación con los movimientos sociales
organizados para que podamos encontrar juntos y juntas, estrategias
para hacer frente a los fundamentalismos religiosos, sin negar la
espiritualidad y la religiosidad de las personas, especialmente los
pobres y marginados de nuestra sociedad.

• Por una apertura de las diferentes confesionalidades, en especial
las que tienen una raigambre histórica en nuestra región y un poder
sociopolítico preponderante, para que abran vivencias de un Dios de
la Vida, que nos invita a vivir y vivenciar el Amor.

Firman:
Amalia Di Pauli
André S. Musskopf
Andrés Mallo Sandoval
Araceli Ezzatti
Ariel Donnet
Bárbara Graner
Claudia A. Bani
Damian Mora
Eduardo Mattio
Egon Prox
Elsa San Martín
Estela Machaca
Esther Baruja
Ezequiel Martín
Fernando Candido
Gabriel Orlando
Janaína Leslão Garcia
Javier Rizzoli
José Josélio da Silva
Juan Antonio Abarca
Juan Carlos Miranda Pereyra
Juan Vaggione
Julian Cruzalta
Karina Chamorro
Kathryn Griess
Laly Bordegaray
Lidia Baruja
Lohana Berkins
Luiz Carlos Gomes de Sá
Marcela Espíndola
Marcelo Sáenz
Maria del Carmen Mangold
M. Eugenia Olmos
María Paola Casas
Mariana Orzaocoa
Marta Alanís
Monin Carrizo Piris
Norberto D'Amico
Norma Gilardi
Pablo Navarro
Paulina Cabrera
Roberto González
Sandra C. Bitschin
Sandra Estaly Hinojosa
Stella Martínez R.
Ubaldo Alarcón
** Varias personas participantes no firmaron por la potencial discriminación a la
que estarían expuestos/as si aparecieran sus nombres.

Apoyan:
Angélica Peñas
Cecilia Del Carmen Fallesen
Constanza Miguel
Cristina Adrover
Diana Fainstein
Janaína Lima
María Teresa Bossio
Michelle Mostowski
Pedro Calvimonti
Sergio Abreu

Organizaciones:
A.L.I.T.T Asociación de Lucha por la Identidad Travesti Transexual
Católicas por el Derecho a Decidir –Córdoba, Argentina
Católicas por el Derecho a Decidir – Bolivia
Católicas pelo Direito de Decidir – Brasil
Católicas por el Derecho a Decidir – Paraguay
CEGLA Cristianos Evangélicos Gays y Lesbianas de Argentina
Centro Cristiano de la Comunidad GLTTB
Centro de Estudos Bíblicos-CEBI/Pernambuco
Iglesia de la Comunidad Metropolitana - Puerto Rico
NEPS- Núcleo de Estudos e Pesquisas sobre as Sexualidades
Secretaría de la Diversidad Religiosa de la Federación Argentina LGBT

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Iniciando

L@s Lesbianas y Gays hemos sido históricamente marginados de la Iglesia. Con la Biblia en mano se nos ha dicho que no podemos creer en Jesús, que estamos condenados. Incluso, se nos ha dicho que Dios no nos ama.
Pero nada de eso es cierto. Y much@s lo hemos descubierto ya. Un@s han tenido la ventaja de conocer estos prejuicios tarde. Otr@s han crecido escuchando estos mensajes discriminatorios, y por muchos años los han creído antes de descubrir que el evangelio viene a liberarlos. Algun@s se han esforzado por cuadrar en las normas de las iglesias por años, se han agotado y desgastado, guardando un celibato para el que no fueron llamados, o contrayendo matrimonios heterosexuales, que luego han fracasado.
Y hasta hoy nos siguen diciendo lo mismo, aunque el mensaje suene más bonito ahora. Con promesas de cambio, testimonios truculentos e historias inverificables vienen a atraernos, a intentar normalizarnos. Aún cuando saben que la realidad es muy distinta a la que cuentan y que el daño que generan con sus nuevas teorías es mayor que cualquier beneficio que nos puedan otorgar. Y todo lo hacen con muy buenas intenciones, por amor a Cristo.

Pero, Dios nos Ama!, Jesús no nos discrimina!

El mensaje de Cristo es un mensaje de Amor. Dios nunca condenó el amor. Jesús también murió por nosostros y también nos extiende su mano.
Por eso, queremos llamar a todos quienes son cristianos, o "lo fueron", a reencontrarse con él, a ver que ese mensaje de amor, que nos enseñaron que no nos correspondía, es también vigente para nososotros.
hola,
buen espacio, que espero lo podamos difundir y desde ahí realizar un trabajo
para hacer vivenciar al Dios del verdadero Amor y no a aquel que nos muestran las instituciones
vamos, que se puede